Las vistas desde Dyrhólaey en Islandia
Lo primero que avistan de Islandia los protagonistas de Viaje al centro de la Tierra, la novela
de Julio Verne, es el cabo Portland. Este promontorio rocoso, el punto más
meridional de la costa de Islandia, se conoce hoy en día como Dyrhólaey (la isla del agujero en la puerta).
Y es que anteriormente Dyrhólaey era una isla, originada
cono consecuencia de una erupción submarina hace unos 100.000 años. En la
actualidad esta estrecha península se alza sobre el océano con una altura de
unos 120 metros. En el extremo sur se encuentra el arco al que debe su nombre,
que se formó por la erosión del mar.
Durante los meses de verano multitud de aves anidan en estos acantilados. Aunque nosotros visitamos la zona fuera de temporada, es un lugar ideal para avistar frailecillos, gaviotas árticas, fulmares y otras aves boreales.
Tenemos la suerte de subir a Dyrhólaey en un día claro, por
lo que las vistas son magníficas. Hacia el norte, las colinas de intensísimo
verde tan comunes en esta región, con el imponente glaciar Mýrdalsjökull de
fondo.
Hacia el oeste, la larga línea de costa y el archipiélago de las Vestmannaeyjar en la distancia.
Y hacia el este, la playa de Reynisfjara con las agujas de Reynisdrangar, en la que hemos estado esa misma mañana.
Bajamos de Dyrhólaey dando un paseo de lo más gratificante y continuamos viaje hacia Vík í Mýrdal, que está muy cerca.
Hacia el oeste, la larga línea de costa y el archipiélago de las Vestmannaeyjar en la distancia.
Y hacia el este, la playa de Reynisfjara con las agujas de Reynisdrangar, en la que hemos estado esa misma mañana.
Bajamos de Dyrhólaey dando un paseo de lo más gratificante y continuamos viaje hacia Vík í Mýrdal, que está muy cerca.
Pero de camino encontramos un lugar perfecto para hacer un picnic. La comida sabe a gloria con estas vistas.
Comentarios
Publicar un comentario