Las formaciones de basalto de Reynisfjara en Islandia


Reynisfjara, la famosa (y peligrosa) playa de arena negra, se encuentra entre el promontorio de Dyrhólaey al oeste y la población de Vík í Mýrdal al este.



Lo que hace singular a esta playa son sus formaciones de basalto. El monte Reynisfjall se adentra en la playa y termina en un impresionante acantilado de columnas hexagonales, llamadas Hálsanef.



Estas formaciones se deben a un proceso llamado disyunción columnar. A medida que la lava basáltica se va enfriando, se solidifica disminuyendo su volumen, de modo que se va fracturando en forma de prismas.



Al pie del acantilado se encuentra la cueva Hálsanefshellir, a la que es posible acceder con la marea baja. Al no ser muy profunda ni demasiado alta, es ideal para admirar las formaciones de basalto sobre nuestras cabezas. Además, la humedad del interior hace que se intensifique el color negro de las rocas.







Un poco más allá del acantilado, en dirección este y ya dentro del mar, se encuentran las agujas también basálticas de Reynisdrangar. Previo a nuestra llegada, ha habido un desprendimiento importante de rocas, por lo que no podemos acercarnos demasiado. Las contemplaremos más a nuestras anchas un poco más tarde, cuando visitemos Vík í Mýrdal.

Personalmente, soy feliz. Las formas de las rocas componiendo infinitas tramas son mi perdición. Podría pasarme aquí todo el día.







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