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Mostrando entradas de agosto, 2021

Paseando sin rumbo por el centro de Figueres

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Figueres, la capital de la comarca del Alt Empordà, tiene un casco histórico pequeño y compacto. Especialmente si se tiene un mapa, es muy fácil trazar mentalmente el contorno de la ciudad medieval, a pesar de que apenas quedan vestigios de la muralla. De hecho, lo único que se conserva de la fortificación del siglo XIV es la llamada Torre Galatea, en la actualidad integrada en el Teatro-Museo Dalí. Caminando calle abajo desde la Torre Galatea, se llega en unos instantes a la Rambla, que delimita el casco antiguo por el sur. Bajo esta amplia calle, el paseo principal de la ciudad, fluye el arroyo Galligans. Por motivos de higiene, este arroyo se soterró a principios del siglo XIX. A partir de entonces, durante los siglos XIX y XX, los edificios más notables de Figueres se construyeron en esta zona. Del año 1914 es el teatro El Jardí, que domina la plaza de Josep Pla, situada justo al sur de la Rambla. Al final de la Rambla, en su confluencia con la calle Monturiol, se encuentra u

El Teatro-Museo Dalí de Figueres: La Torre Galatea de los huevos y los panes

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Acabamos de llegar a Figueres y estamos impacientes por echar un primer vistazo a lo que ante todo nos ha hecho venir hasta aquí: el Teatro-Museo Dalí. Imaginamos que no será muy difícil de encontrar, y no nos equivocamos. Su fachada coronada de huevos gigantes, con panes de crostons sobre las paredes de un rojo intenso, ciertamente no pasa desapercibida. Inaugurado en 1974, el Teatro-Museo Dalí se construyó sobre las ruinas del antiguo Teatro Municipal de Figueres, que había resultado destruido por un incendio en el año 1939, justo al término de la Guerra Civil. Esta parte, sin embargo, fue incorporada posteriormente. Con el objeto de ampliar el museo, en el año 1983 se adquirió la antigua torre y casa Gorgot. Esta construcción, único vestigio de la muralla medieval, se llamaba así por la familia responsable de su restauración en el año 1931. Salvador Dalí, además de encargarse de la decoración, le cambió el nombre por Torre Galatea, en honor a Gala, su esposa y musa, que habí