Los refugios de la diletante en Islandia
Islandia es un país muy poco poblado. De sus algo más de
360.000 habitantes, bastante más de la mitad se concentran en el área metropolitana de Reykjavík.
El resto vive mayoritariamente en pequeñas poblaciones de las zonas costeras,
principalmente del sur, donde también es muy común ver granjas aisladas. En
cuanto a las tierras altas del interior, que están normalmente por encima de
los 500 metros, se encuentran prácticamente deshabitadas.
Por lo tanto, no es de extrañar que nuestro viaje por el sur
de Islandia y las tierras altas haya transcurrido lejos del mundanal ruido, y eso que hemos hecho nuestros buenos kilómetros. A
excepción de Reykjavík, que por otro lado es una ciudad tranquilita, hemos hecho un viaje casi sin ver gente.
Los lugares en los que nos hemos alojado fuera de Reykjavík
se podían encontrar en parajes más o menos apartados pero siempre increíbles, y
sin carecer en su interior de todas las comodidades.
Muy cerca del volcán Hekla, al que con razón llamaban en la
Edad Media la puerta del infierno y
también la prisión de Judas, se encuentra
el refugio de Áfangagil.
Antiguamente, este lugar solía ser la primera y última
escala de los granjeros en su viaje anual para la recogida de las ovejas. Hay
que recordar que en Islandia se las deja vagar libremente durante el verano.
Con la llegada del mal tiempo, son recogidas y llevadas a las granjas cerca de la costa
para pasar el invierno.
Landmannalaugar se encuentra en un territorio todavía más remoto.
Este lugar, que forma parte de la Reserva Natural de Fjallabak (Friðland að
Fjallabaki) sólo es accesible para los vehículos 4x4 en verano.
El refugio de Landmannalaugar está localizado a los pies del
campo de lava de Laugahraun. Bajo este campo de lava manan aguas termales que
van a parar a un arroyo justo al lado del refugio. En este arroyo es posible
darse un baño y relajarse en el agua caliente mientras fuera puede hacer un frío
helador.
Al fondo a la derecha, la zona de baños de Landmannalaugar |
El interior del refugio está aprovechado al máximo |
Muy cerca de Kirkjubæjarklaustur se encuentra Hvoll
Guesthouse. En el paraje en el que se localiza este hostel sólo se respira paz,
y eso que está a la sombra misma del colosal glaciar Vatnajökull y justo en el
borde de la inmensa llanura de Skeiðarársandur, que tan humildes nos hacen sentir.
Próximo a la pequeña localidad de Vík í Mýrdal y
prácticamente al lado de la playa de Reynisfjara y de la península de Dyrhólaey,
se encuentra Gistiheimilið Reynir. El entorno donde se sitúa este hostel es
maravilloso y las vistas desde las habitaciones son espectaculares. Por un
lado, se puede ver la laguna de Dyrhólaós con Dyrhólaey y el océano en la
distancia, y por el otro, la ladera oeste del monte Reynisfjall.
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