Un paseo por Eldgjá, el cañón de fuego de Islandia


Durante nuestro viaje por Islandia desde Kirkjubæjarklaustur en el sur hasta Landmannalaugar en las tierras altas, dejamos por un rato el coche para dar un paseo por Eldgjá (cañón de fuego). Se trata del mayor cañón de origen volcánico del planeta.



La fisura de Eldgjá, de unos 75 Km de longitud, forma parte del sistema volcánico del Katla y se extiende paralela a los cráteres del Laki, desde el Mýrdalsjökull por el suroeste hasta casi el Vatnajökull por el noreste.



Se formó alrededor del año 939 en una erupción de carácter similar a la del Laki, sólo que la de Eldgjá fue todavía de mayores proporciones, con efectos aún más devastadores.




Las perturbaciones que provocó en el clima se hicieron notar en todo el hemisferio norte, por lo que el padecimiento de la población fue generalizado.

En Islandia, la catástrofe coincidió con la época del asentamiento de los vikingos, que habían comenzado a colonizar la isla a partir del año 874. Es muy probable que el recuerdo de los horrores sufridos fuera utilizado deliberadamente en los años siguientes para que los islandeses abandonaran el culto a los dioses nórdicos y se convirtieran al cristianismo.




Hoy Eldgjá es una maravilla natural. La parte más espectacular es este cañón, que tiene una longitud de unos 8 Km.






Vamos a hacer un recorrido de ida y vuelta. Desde el centro de visitantes, siguiendo el curso del río Ófæra, caminamos entre pendientes basálticas de casi 200 metros, cubiertas de vegetación de un verde increíble.





En medio del cañón se encuentra Ófærufoss, una impresionante cascada de doble caída. Antiguamente, existía un arco de piedra natural justo por encima del salto inferior, pero colapsó en 1993 debido al deshielo de primavera. Una lástima, pero incluso sin arco, la cascada es extraordinaria.




A media altura, entre las dos caídas de agua, hay un mirador al que es posible subir. Desde aquí, tenemos la oportunidad de admirar mucho más de cerca la cascada y apreciar mejor su magnitud.






Es hora de regresar. Una vez más, hemos tenido el privilegio de poder disfrutar nosotros solos de un entorno maravilloso. No es la primeva vez en Islandia y tampoco será la última… Corremos el riesgo de volvernos unos malacostumbrados.




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