El Templo de Hefesto dominando el Ágora Antigua de Atenas


En lo alto de Kolonos Agoraios, la colina que delimita el Ágora Antigua de Atenas por su lado oeste, se encuentra uno de los templos dóricos mejor preservados: el Templo de Hefesto, también conocido como Hefestión.

 

Según Pausanias, el periegeta del siglo II, en este templo se rendía culto a dos divinidades: Hefesto, dios del fuego y de la forja, y Atenea Ergane, protectora de los artesanos y principalmente de los alfareros.

Conociendo que Hefesto era el patrón de los herreros, no resulta sorprendente que se hayan encontrado restos de hornos y talleres en la ladera de la colina. Tampoco es extraño que muy cerca se localizara el Kerameikos, el barrio de los alfareros.

Sin embargo, resulta curioso saber que durante mucho tiempo se creyó que este templo estaba dedicado a Teseo, el mítico rey de Atenas. Por este motivo se le denominaba Teseion y terminó dándole nombre al barrio que se extiende a su lado: Thissio.


 

Se estima que el Templo de Hefesto fue construido entre los años 460 y 420 a.C. Según los expertos, su estilo indica que es ligeramente anterior al Partenón, aunque su arquitecto pudo inspirarse en la obra de Ictino para posteriormente realizar cambios en el diseño del interior.

El nombre de este arquitecto nos es desconocido. Sin embargo, se le atribuyen otros templos, como el de Poseidón en Sounion, el de Némesis en Ramnous o el de Ares aquí mismo en el Ágora.

En cuanto al Templo de Ares, es interesante saber que este no era su emplazamiento original. En época romana fue cuidadosamente desmontado (hay dudas sobre su ubicación inicial) y trasladado en piezas hasta aquí para ser reconstruido de nuevo. 

Tras esta puntualización, volvemos con el tema. Aunque de tamaño bastante más modesto que el Partenón, el Hefestión es un edificio dotado igualmente de armonía y proporción.


 

Como el Partenón, se trata de un templo períptero, ya que todo su perímetro está rodeado de columnas, 6 en las fachadas principales (es por tanto hexástilo, el tipo más común) y 13 en las laterales.

Interiormente, además de la naos (o cella) disponía de pronaos y opistodomo, ambos dístilos in antis (dos columnas entre dos antas o pilastras).

Construido en mármol pentélico, para la decoración escultórica se utilizó mármol de Paros.


 

Al igual que en el Partenón, en el Hefestión se optó por una combinación de dos estilos para los frisos: dórico para el exterior y jónico en los interiores.

 

En cuanto a las metopas de los frisos exteriores, sólo las 18 del lado más oriental del templo tenían relieves, mientras que el resto probablemente estaban pintadas. Diez escenas de los trabajos de Heracles adornaban la fachada este, mientras que las hazañas de Teseo ocupaban cuatro metopas de cada uno de los lados norte y sur.


Los frisos jónicos del interior, que no rodeaban todo el recinto, muestran escenas de batalla. Sobre el pronaos en el este, se representa la victoria de Teseo sobre los Palántidas en presencia de los dioses. En el oeste sobre el opistodomo, el tema es la centauromaquia.


 

De los frontones sobrevivieron pocos fragmentos. El oriental posiblemente estaba dedicado a la apoteosis de Heracles, mientras que el occidental es más problemático: podría ser de nuevo la centauromaquia.

 

Uno de los motivos por los que el Templo de Hefesto está tan bien conservado es que fue convertido en iglesia en el siglo VII y permaneció en uso hasta el fin de la dominación otomana.

En el siglo XIX se utilizó la iglesia como cementerio protestante y muchos europeos filohelenos que habían luchado en la Guerra de Independencia (1821-1830) fueron enterrados aquí.

 

No está nada mal como último lugar de reposo.



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