Las dos vidas del Odeón de Herodes Ático de Atenas


Tiberio Claudio Herodes Ático, un noble ciudadano de Atenas originario de Maratón, vivió en el siglo II. Además de ocupar diversos cargos públicos a lo largo de su vida, fue también un orador muy destacado y profesor de retórica. Numerosas personalidades de su época fueron alumnos suyos, como por ejemplo el futuro emperador Marco Aurelio.

De su padre heredó una inmensa fortuna que empleó en obras de caridad, así como para financiar numerosos proyectos públicos. Uno de ellos es este Odeón que lleva su nombre, erigido en memoria de su esposa Aspasia Ania Rigila, fallecida en el año 160.



Ubicado en la ladera suroeste de la Acrópolis, el Odeón de Herodes Ático, también llamado Herodion, es el tercero edificado (los dos primeros son el de Pericles, justo al lado del Teatro de Dioniso en su lado este, y el de Agripa, en el Ágora Antigua) y el más importante de la antigua Atenas.



Fuentes antiguas mencionan que su construcción resultó extremadamente cara. El elemento más impresionante de su arquitectura era el techo de madera de cedro, que carecía de soportes interiores. Para hacerse una idea del logro constructivo que esto supuso, hay que recordar que la cávea tenía, como hoy, una capacidad para cerca de 5.000 espectadores.





El Odeón de Herodes Ático se utilizaba principalmente para la celebración de representaciones musicales. Su vida en la antigua Atenas, sin embargo, no fue muy larga. Fue destruido por los hérulos en el año 267 y posteriormente no se reconstruyó.





Hubo que esperar hasta mediados del siglo XIX para que comenzaran los trabajos de excavación. Un siglo después fue restaurado y en la actualidad alberga el Festival de Atenas, uno de los más antiguos de Europa, en el que participan cada verano artistas de renombre internacional.

Las vistas desde Filopappou: bajo la Acrópolis se ve el muro sur del Odeón de Herodes Ático


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