En Brujas (parte 1)

Casi todos los que han bajado del tren en Brujas se han ido directos al Minnewater (yo incluida) porque seguramente no hay mejor manera de llegar al casco antiguo. Hay dos motivos. En primer lugar, el Minnewater pilla de camino. Segundo, y más importante, tiene fama de entorno idílico en una ciudad ya de por sí considerada romántica. Popularmente, el Minnewater es conocido como el lago del amor . Y es gracioso porque aunque hay varias teorías sobre el origen del nombre (del oficial, quiero decir), en todas ellas el amor brilla por su ausencia. Pero la imaginación de la gente es poderosa. Además, ayuda bastante el hecho de que en neerlandés beminnen signifique amar . Para reforzar bien la ilusión, se alza en la otra orilla el romántico Kasteel de la Faille, construido en 1893. El Minnewater no es un lago natural. Se creó en torno al siglo XIII, mediante la construcción de una esclusa, para regular el caudal del río Reie y prevenir inundaciones en la ciudad. Fue después cuando se integr...