Binibeca Vell en Menorca: dentro del laberinto
El pintoresco Poblado de Pescadores de Binibeca Vell, o Binibèquer Vell, ocupa un puesto de honor entre los lugares más fotografiados de Menorca.
El pequeño vecindario, que pertenece al término municipal de
Sant Lluís, se localiza en la costa sureste de la isla.
El entorno natural donde se sitúa este núcleo de población es
maravilloso, como no se podía esperar menos tratándose de Menorca. Sin embargo,
gracias a su singular arquitectura, Binibeca Vell es digno de una visita por
méritos propios.
Cada una de sus casas es única, o al menos esa es la
impresión. De las 165 viviendas que comprenden el barrio, no parece posible
encontrar dos iguales.
El conjunto, pequeño y compacto, está atravesado por
infinidad de estrechas y encantadoras callejuelas, conformando un auténtico
laberinto en el que es una delicia perderse.
Contrariamente a lo que pueda parecer a primera vista, este
conjunto de viviendas no es muy antiguo. Su autor, el aparejador Antonio Sintes
Mercadal, quiso crear un complejo turístico inspirándose para su diseño en la
arquitectura tradicional mediterránea de las islas Baleares. Así surgió de la
nada esta recreación de un típico pueblo de pescadores, que fue construyéndose paulatinamente,
sin prisa pero sin pausa como se suele decir, durante los años 60 y 70 del
siglo XX.
Antonio Sintes pudo igualmente dar rienda suelta a su creatividad
edificando una pequeña iglesia, que situó en el corazón mismo de su Poblado de
Pescadores.
Al pie mismo de Binibeca Vell se localiza la cala d’en Fust. El diminuto y rocoso entrante de mar completa la estampa perfecta de este pueblo ideal.
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