Paseando sin rumbo por el centro de Figueres
Figueres, la capital de la comarca del Alt Empordà, tiene un casco histórico pequeño y compacto. Especialmente si se tiene un mapa, es muy fácil trazar mentalmente el contorno de la ciudad medieval, a pesar de que apenas quedan vestigios de la muralla. De hecho, lo único que se conserva de la fortificación del siglo XIV es la llamada Torre Galatea, en la actualidad integrada en el Teatro-Museo Dalí. Caminando calle abajo desde la Torre Galatea, se llega en unos instantes a la Rambla, que delimita el casco antiguo por el sur. Bajo esta amplia calle, el paseo principal de la ciudad, fluye el arroyo Galligans. Por motivos de higiene, este arroyo se soterró a principios del siglo XIX. A partir de entonces, durante los siglos XIX y XX, los edificios más notables de Figueres se construyeron en esta zona. Del año 1914 es el teatro El Jardí, que domina la plaza de Josep Pla, situada justo al sur de la Rambla. Al final de la Rambla, en su confluencia con la calle Monturiol, se encuentra u...