El sitio arqueológico de Akrotiri en Santorini o la Atlántida perdida
En la costa sur de Santorini, muy cerca de la localidad de Akrotiri, se encuentra el que, gracias a la naturaleza de los hallazgos y a su buen estado de conservación, es considerado como uno de los más importantes yacimientos arqueológicos de la Edad del Bronce en el Egeo.
Las excavaciones han sacado a la luz los restos de una
ciudad sorprendentemente próspera y desarrollada, muy relacionada culturalmente
con la civilización minoica, que resultó sepultada durante una erupción
volcánica alrededor del año 1615 a.C.
Dado que el nombre de esta antigua ciudad se desconoce y
había que denominarla de algún modo, se la ha llamado Akrotiri, por la
población que en la actualidad se encuentra en las proximidades.
Los restos han permitido a los arqueólogos trazar la evolución
del asentamiento. Establecido a mediados del quinto milenio a.C., lo que había
sido una pequeña aldea de pescadores prosperó durante el tercer milenio a.C. hasta
transformarse en una notable ciudad portuaria.
Gracias a la situación estratégica de la isla, el puerto de
la antigua Akrotiri creció gradualmente en importancia, manteniendo un intenso
comercio marítimo por todo el Mediterráneo oriental. De este modo, la ciudad consiguió
convertirse en uno de los más importantes centros urbanos del Egeo y para el
siglo XVII a.C. había alcanzado el cenit de su prosperidad.
Su final, alrededor del año 1615 a.C., fue abrupto y
aterrador. La devastadora erupción volcánica, una de las mayores de los últimos
10.000 años, sepultó la ciudad bajo gruesas capas de depósitos. De hecho, en
algunos lugares de la isla, éstos llegaron a alcanzar más de 50 metros de
espesor.
El suceso fue tan violento que incluso cambió de manera
radical la apariencia de la isla. Antes del desastre, su forma era la de un
anillo con una única entrada, que estaría situada entre lo que hoy es el islote
de Aspronisi y la isla de Thera. En las etapas finales de la erupción se
produjo el colapso de la caldera, con lo que grandes secciones de la isla
fueron literalmente tragadas por el mar.
Las perturbaciones en el clima, los terremotos y los
tsunamis asociados a este evento debieron causar un gran impacto por todo el
Mediterráneo oriental. Por este motivo, existe la teoría de que la catástrofe
pudo estar relacionada con el hundimiento de la civilización minoica.
En cuanto a la antigua Akrotiri, aquellos mismos montones de
pumita y cenizas volcánicas que causaron su destrucción son los que la han preservado
hasta nuestros días en tan buen estado.
A pesar de que solamente se ha excavado una pequeñísima
parte de la ciudad, los hallazgos son impresionantes. Las casas de dos y tres
pisos, así como las calles pavimentadas, que contaban con red de alcantarillado
bajo su superficie, denotan la existencia de una sociedad organizada y
evolucionada.
Algunas de las comodidades, que nos parecen increíblemente
modernas, nos dan una idea del grado de bienestar del que disfrutaron sus
habitantes. Las viviendas disponían de estancias con retrete. Éstos, situados
en el primer piso, estaban conectados mediante tuberías con el alcantarillado.
Los métodos de construcción para proteger los edificios
frente a los terremotos también eran sorprendentemente avanzados. En
algunos casos, los cimientos se asentaban sobre una capa de fragmentos de roca
porosa tan abundante en la zona, tal como hemos tenido ocasión de comprobar en la Playa Roja. Esta capa funcionaría como amortiguador. En
otros casos, los muros se reforzaban con armazones de madera.
Los indicios apuntan a que los habitantes de Akrotiri
tuvieron tiempo de evacuar la ciudad, llevándose consigo sus objetos de valor.
No obstante, gracias a los enseres que dejaron atrás, y especialmente las
pinturas murales que adornaban el interior de los edificios, se comprende que
eran personas acomodadas con un marcado carácter burgués. Es de destacar que en
todas las casas excavadas hasta la fecha se han encontrado pinturas de este
tipo en al menos una habitación.
Desde que comenzaron las excavaciones en 1967 se especuló
sobre la posibilidad de que la destrucción de la isla podría haber servido de
inspiración para el mito de la Atlántida. El relato cuadraba: una civilización
floreciente, asombrosamente avanzada, había desaparecido de la noche a la
mañana en un cataclismo.
Los descubrimientos posteriores, lejos de refutar la teoría, más bien la confirman. La forma que ahora se sabe tenía la isla antes de la erupción, así como una pintura hallada en una de las casas del yacimiento de Akrotiri, tienen un parecido asombroso con las descripciones que hace Platón de la mítica isla.
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