El Museo de Prehistoria de Thera en Santorini: pájaros, delfines y monos saltarines

Como complemento a nuestra próxima visita al sitio arqueológico de Akrotiri, decidimos dedicar un tiempo a conocer el Museo de Prehistoria de Thera.

Ubicado en la localidad de Fira, el Museo de Prehistoria de Thera alberga algunos de los numerosos hallazgos de las excavaciones realizadas en Akrotiri. Hay que precisar, sin embargo, que aunque éstos ocupan la mayor parte del museo, también se exponen objetos sacados a la luz en otros lugares de Santorini.

La exhibición se organiza en cuatro zonas temáticas: la historia de las excavaciones, la geología de Santorini, la historia de la ocupación humana de la isla desde el Neolítico hasta el comienzo del Cicládico tardío (desde el 4500 a.C. hasta principios del siglo XVII a.C.) y por último, la ciudad de Akrotiri en su apogeo (siglo XVII a.C.).

Esta última es con diferencia la parte más extensa. Los objetos expuestos y los paneles explicativos nos permiten hacernos una idea del alto grado de desarrollo y la prosperidad de la que disfrutaron los habitantes de esta antigua ciudad, culturalmente muy vinculada con la civilización minoica.

Gracias a su puerto, la ciudad de Akrotiri fue capaz de convertirse en uno de los más importantes centros urbanos del Egeo. Su carácter cosmopolita le llevó a establecer relaciones comerciales no solo por el Egeo, sino por todo el Mediterráneo oriental.

Es especialmente impresionante la zona en la que se exponen las pinturas murales, que adornaban el interior tanto de edificios públicos como privados. Las pinturas, realizadas al fresco, son testigo del gusto por el arte de una sociedad rica y avanzada.

Resulta significativo que ni una sola de las casas excavadas hasta la fecha careciera de este tipo de decoración en al menos una habitación.

La tremenda erupción volcánica de mediados del siglo XVII a.C. sepultó la antigua ciudad, al igual que toda la isla, bajo una gruesa capa de depósitos, forzando a la población a abandonar sus hogares en una época en la que habían alcanzado la cima de su prosperidad.

No obstante, esos mismos depósitos volcánicos que causaron su destrucción han preservado los restos de una civilización que, más de 3.600 años después, nos resulta fascinante.